Tanto en deportes de resistencia como de fuerza, una correcta alimentación promueve el rendimiento y la salud, reduce el riesgo de lesión y favorece el bienestar general de la deportista. Independientemente de tu nivel competitivo, es necesario adaptar la alimentación a tus requerimientos nutricionales y energéticos, siendo de especial interés el autoconocimiento del ciclo menstrual, sus fluctuaciones y factores que influyen en su ciclicidad. En consulta evaluaremos las posibles estrategias para adaptar totalmente tus hábitos, preferencias y entrenamientos a una alimentación flexible que permita maximizar tu rendimiento deportivo, atendiendo al ciclo menstrual y sus biomarcadores asociados como un signo vital que nos ofrece valiosa información sobre tu salud. Posteriormente, las consultas de seguimiento permitirán seguir adaptando el abordaje dietético-nutricional a los entrenamientos, analizando la necesidad de suplementación, así como la pertinencia de solicitar determinados parámetros analíticos u otras pruebas de interés.
Nutrición deportiva
Autoconocimiento y autonomía para maximizar la salud y el rendimiento deportivo
Nutrición deportiva para el rendimiento y salud
Tríada de la mujer deportista
La tríada de la mujer deportista es un síndrome caracterizado por la interrelación entre la baja disponibilidad energética (con o sin trastornos alimentarios), la disfunción menstrual y la salud ósea comprometida. La deficiencia energética, que puede presentarse por diversos motivos en mujeres deportistas de todos los niveles, tiene un impacto directo en su salud, provocando una cascada de adaptaciones metabólicas y energéticas que repercuten de forma negativa en la función reproductiva y ósea. El abordaje dietético-nutricional de la tríada requiere de un profundo conocimiento de sus posibles alteraciones sobre la salud, entendiendo los diversos factores que influyen en la salud de las deportistas. Su abordaje interdisciplinar permite abordar de forma integral sus repercusiones en la salud menstrual (amenorrea hipotalámica funcional, fase lútea corta o anovulación), salud ósea (baja densidad mineral ósea), salud cardiovascular, etc., reduciendo el riesgo de lesión y recuperando la salud y el rendimiento deportivo.